Hace no mucho buscando unos señaladores chulos para mi sobrina encontré el blog de Lovely Charlotte.
Tiene descargables e ideas para blogs muy buenos y me apetecía compartir con vosotros lo que he hecho con unos de sus imprimibles. (Haz click en la imagen para descargarlos desde su web).
Os cuento lo que yo he hecho con ellos una vez que los tuve impresos, por si os sirve de idea. Algunos de los marcapáginas (en concreto dos que solo venían con dibujo) los he personalizado con el nombre de mi web. Me gustaba el rollo de tenerlos personalizados, soy así. Los he pegado sobre papel decorado de Scrapbooking para hacerlos un poco más resistentes y decorar también la parte trasera de los marcapáginas, que se quedaba en blanco y me parecía un poco soso. Quizá también podrías imprimirlos dos veces y pegar dos señaladores iguales, de forma que la parte delante y trasera fueran iguales, y además quedaría más fuerte que sólo el folio. Piensa que es mejor que tengan un poco de consistencia, así que te recomiendo que no dejes el folio sólo porque van a parecer muy finos. Deja volar tu imaginación, seguro que se te ocurre alguna otra idea que a mi no se me haya ocurrido con ellos.
Una vez pegados y recortados (algunos con un poco de margen decorado y otros cortado al borde, los he plastificado. Si eres maestro o maestra, debes tener una plastificadora en casa, porque (créeme) te va a salvar la vida en más de una ocasión y además, el material que prepares va a durar más tiempo, y eso que los niños lo pisan, arrugan, tiran ¡e incluso muerden!. La mía es de Carlin y costó no más de 40 euros, llevo ya más de cinco años con ellas y como el primer día, merece la pena.
Les he dado un repaso una vez recortados para que los bordes del plástico quedasen bien bien pegados. Y ¡listo! ya tengo mis señaladores preparados para el próximo libro.
Dos de ellos van para la sobri, a ver si así consigo motivarla un poco para que lea, porque no hay manera y me saca de mis casillas cuando empieza con sus "no quiero leer, qué rollo". Anoche, sin ir más lejos, después de cenar, la invité a nuestra cama a leer, así que se vino con su libro de Tea Stilton, nos sentamos juntas en la cama y mientras ella leía el suyo, yo leía el mío: "El cuento número trece", de Diane Setterfield, que por cierto me está gustando un montón. Sirviéndole de ejemplo, conseguí que aguantase una media hora leyendo, que para una niña que se cansa rápido de la lectura, ya es mucho tiempo. Hoy en el desayuno me ha preguntado si podemos leer otra vez juntas, ¡todo un logro!. A ver si antes de que acabe el verano consigo inculcarle el hábito lector (que rollo tener una tía profe, ¿no? XD)
Espero que tengáis buena semana, disfrutad del día de hoy que parece que el tiempo nos da un poco de tregua de calor. Aunque esté nublado, hoy tampoco perdono la piscina.
Nos leemos #opocompis
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