Estamos con los nervios a flor de piel esperando que llegue el sábado y por fin, y esperemos que para bien, nos quitemos el temido examen de encima. Sabemos que habrá más exámenes después de éste (uno más, aunque sea sólo ir a leer y si todo va bien, tendremos otro para explicar nuestra programación y unidades didácticas). Me vais a perdonar que hable sobre los exámenes de la oposición de maestros, pero son los que conozco.
Es cierto que cada oposición es un mundo, pero todas tienen algo en común, y es sacarnos de quicio.
Y no sólo hablo de oposiciones, sino también de exámenes para la universidad, pruebas de acceso a distintos estudios superiores, exámenes finales ne el instituto...
Quería hablaros de lo importante que es nuestra tranquilidad y el hecho de saber interpretar las cosas que suceden a nuestro alrededor y mantener la cabeza en su sitio a pesar de nuestros nervios y emociones. Me ha pasado varias veces que, llegado el momento del examen, me cuesta mucho centrar mi atención en el tema que he de desarrollar: sé que debería estructurarlo, hablar de conceptos clave, etc, pero mis nervios me traicionan y acabo soltando mucha información que podría estar mucho mejor presentada que como lo hago. ¿Existe algo para remediarlo? ¡Lo compraría ahora mismo!. Sé que necesito estar centrada, tranquila y mantener mi cabeza ordenada a pesar de todo lo que tengo a mi alrededor o dentro de mi. Y sé que hay un método que quizá pueda ayudarme y voy a compartirlo con vosotros.
¿Has oído hablar alguna vez de MINDFULNES? Seguro que sí.
Se trata de conseguir una atención plena que nos ayude a no pasar por alto pequeñas cosas que pasan desapercibidas en la vida, porque vamos muy rápido. Durante este curso lo hemos practicado en el colegio y, aunque no lo aplico al pie de la letra en mi vida diaria, sí que he adoptado algunos "comportamientos" que me vienen bien y no me resultan complicados de aplicar en situaciones cotidianas. Practicarlos me ha ayudado a ser más productiva y conectar mejor con mis emociones, lo que me permite conocerlas y, por tanto, conocerme mejor.
Voy a contaros diez puntos de los que yo estoy aplicando, y verás que con pequeños cambios, podemos conseguir grandes resultados:
- Sé consciente de tu respiración. No te pido que estés todo el día fijándote en cómo respiras, pero sí que dediques cinco minutos, por ejemplo, a observarla. Te servirá para relajarte, ya que no debes pensar en nada más allá de tu respiración. Te darás cuenta de que viene muy bien cuando vas a comenzar una tarea, como por ejemplo estudiar, porque te ayudará a desconectar de lo que estabas haciendo anteriormente.
- Pasea tu solo. Es un tiempo que pasas contigo mismo en el que reflexionarás y te ayudará a ver las cosas más claras a la vuelta. Pero deja en casa las preocupaciones. El paseo no es para que dejes los apuntes y salgas a la calle a pensar, durante media hora, que deberías haberte quedado a estudiar y que estás tirando ese tiempo a la basura por haber salido. Todo lo contrario, relájate y disfruta de tu tiempo a solas observando lo que te rodea y liberando tu mente.
- Saborea cada bocado. ¿Qué tontería no?. Para mí no lo es. Desde que centras tu mente en las horas de estudio, utilizas todo el tiempo posible para sentarte en tu escritorio delante de los apuntes. ¿Cuántas veces te has hecho un sandwich rápido y te lo has comido en la mesa, rodeado de folios y notas? Yo miles, y no disfrutas de la comida. No pasa nada por que pares un rato tranquilamente a comer. No comas rápido, disfruta de tu comida, saboréala, tu digestión te lo agradecerá.
- Ponte pequeñas metas diarias. Todos tenemos la misma meta: esa plaza tan ansiada (que algún día llegará, seguro). A veces la verás cerca y otras la verás tan lejos que llegarás a desmotivarte. Eso no sirve de nada. Ponte pequeñas metas cada día que seas capaz de superar. Te ayudarán a seguir motivado para conseguir tu gran meta, mejorarás tu autoestima y tu autoconfianza, que son fundamentales en la vida de un opositor /estudiante. Te sentirás mejor contigo mismo cada día.
- Observa a los que te rodean y conecta con ellos. La vida no se resume a estar delante de unos apuntes horas y horas. Ya sacrificamos demasiadas horas de nuestra vida para estudiar, así que los ratos que estés con gente, aprovéchalos al máximo. Da igual si son tus amigos o estás en la sala de espera del dentista: mira la gente que hay a tu alrededor, observa cómo visten, cómo se mueven o cómo hablan, sin juzgarles, sólo eres un observador. Esto mejorará tus relaciones interpersonales porque te hará una persona más sensible.
- Sé creativo. Da igual si lo que creas es bonito o feo, no pretendo que, de la noche a la mañana, te conviertas en un famoso pintor. Dedica unos minutos ala semana a hacer algo creativo que te guste: pinta, dibuja, escribe, toca música... lo que quieras. El trabajo creativo nos ayuda a entrar en lo que se conoce como "flujo de la conciencia", un estado en el que tenemos los cinco sentidos puestos en lo que hacemos y casi desconectamos del todo con el exterior. Disfruta y deja salir lo que hay dentro de ti usando el arte como una nueva forma de expresión.
- Ayuda a los demás. Los que ayudan a los demás se sienten más satisfechos con sus vidas y sufren menos de estrés y depresión. "Una vela no pierde nada de luz por encender a otra vela". No es necesario que hagas grandes actos de altruismo. Sé amable con los demás, ofrécete a ayudarles si les ves apurados... simplemente sé consciente de los demás te necesitan y puedes hacer algo bueno por ellos. De la misma forma, apóyate en los demás. Quizá unos no te entiendan y no vena las dificultades que tienes en tu camino, ni lo duro que puede llegar a ser, pero hay otros muchos que están pasando por lo mismo que tú, con las mismas dudas, inquietudes y nervios. Te ayudarán a seguir motivado y te darán la mano cuando te cueste avanzar. Para eso está la #opofamily.
- Piérdete. Improvisa. Déjate sorprender por las pequeñas cosas que están a nuestro alcance. Deja que tu instinto te conduzca, por ejemplo, por un camino al pasear y mantente atento a todo lo que descubras a tu paso. Es una experiencia muy estimulante.
- Mírate al espejo. Haz del espejo tu mejor aliado, no para presumir, sino para conocerte. Si estás triste, enfadado, agobiado... mírate al espejo, observa las facciones de tu cara. Verás a una persona totalmente diferente. A medida que seas consciente de los cambios que provocan las emociones en tu rostro, podrás aprender a manejarlas mejor. No uses nunca un espejo para decirte cosas malas, sino todo lo contrario: Refuérzate. Tú puedes con ello como has podido otras veces.
- Haz un cumplido genuino. Una vez al día plantéate regalar un cumplido auténtico. No es alabar por alabar, sino reconocer algo positivo de alguien. Hacerles ver a otras personas cosas positivas mejorarán su día y te ayudarán a crear lazos con ellos. Notarás que mejoras tu ambiente, te sientes más cómodo con los demás y ellos contigo.
Mucha suerte para los que os queda poco como a mí, y mucho ánimo para los que estáis a full con vuestros exámenes. Podéis encontrarme en Instagram como @srta.rocknroll y en Twitter como @nurialademusica. Estoy a vuestra disposición para lo que necesitéis ;-).
Nos leemos!
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